"Un lugar para la Familia"


¿Y si no hay resurrección?

22.04.2011 12:18

 

 

 

 

Una tarde fría de noviembre, estaba yo sentado con el ataúd de mi madre frente a mí. ¿Cuántas veces había yo estado en los cementerios, dando consuelo y la Palabra de Dios a quienes habían perdido a un ser querido? Pero esta era mi primera experiencia de estar al otro lado del ataúd. Mientras estaba allí, me vino de repente a la cabeza un pensamiento aterrador: ¿Y si no hay resurrección? Deseché de inmediato esta idea, por mi fe y mi confianza en Cristo. Pero había durado el tiempo suficiente para mí para sentir el desaliento y la desesperanza que produjo en mí tal idea.

 

Para ayudarnos a valorar la victoria de Cristo sobre la tumba, consideremos qué habría pasado finalmente con la vida y la muerte sin la resurrección. Primero que todo, Jesús estaría muerto todavía. Eso significa que nuestra fe en Él sería inútil, y que nuestro mensaje al mundo sería una mentira. Y no solo eso, sino que el mismo Jesús sería un mentiroso, ya que afirmó que resucitaría de los muertos.

 

No habría perdón de los pecados, ninguna posibilidad de reconciliación con Dios, y ninguna esperanza del cielo. Aun los creyentes que han muerto a lo largo de la historia habrían perecido eternamente, y no tendríamos ninguna esperanza de reencuentro con nuestros seres queridos. Sin la resurrección, el destino de todo el mundo después de la muerte sería el infierno.

 

Pero, gracias a Dios, ninguno de estos escenarios es cierto. Nuestro Salvador vive, nuestros pecados son perdonados, la muerte ha sido derrotada, y los creyentes en Cristo tienen la seguridad de una eternidad en el cielo. Después de considerar lo angustiados que estaríamos sin la resurrección, regocijémonos aun más por la grandeza de nuestra salvación.

1 Corintios 15:12-19

“Ahora bien, si se predica que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de ustedes que no hay resurrección? Si no hay resurrección, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes. Aún más, resultaríamos falsos testigos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, lo cual no habría sucedido, si en verdad los muertos no resucitan.  Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados. En este caso, también están perdidos los que murieron en Cristo.  Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales.”

Tomado de: www.enContacto.org

Adaptado por Glenda Labrador

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