"Un lugar para la Familia"


ALGO ANDA MAL

11.03.2013 19:27

 

Qué triste cuando no podemos visualizar con verdadera transparencia lo que está pasando en nosotros, sobre todo en nuestro mundo interior... Consideramos tener desarrollo y crecimiento espiritual, pero somos capaces de destruir y ofender con nuestras palabras, de despreciar con nuestros gestos, de ofendernos cuando nos corrigen, de criticar a los que hacen un servicio para justificar lo que nosotros mismo no hacemos cuando debemos o podemos hacerlo...                                                                                 
 
Dios quiere transformarnos, está dispuesto a hacerlo, está con nosotros. ¡Te ama!, ¡me ama!, y qué bueno sería que lo amáramos y estuviéramos con Él y Su familia, disfrutando de su  presencia sin preocuparnos mucho del correr de las agujas del reloj, permitiéndole instruirnos como Él quiere hacerlo hoy...
 
El escritor L. Crabb dice lo siguiente en su libro “De adentro hacia fuera”, bajo el título: “Cómo son las cosas debajo de la apariencia”...
 
>“No importa lo inalterable que podamos parecer, aun a nosotros mismo, en lo profundo de nuestro corazón sentimos que algo anda mal, muy mal. Nos incomodamos cuando alguien nos pone en dificultades; nos ponemos a resguardo cuando un amigo nos critica; cambiamos la conversación hacia algún tema que dominamos, para compartir alguna información que nos haga quedar bien; simulamos ser más propensos a la espiritualidad de lo que verdaderamente somos; evitamos aquellos asuntos que nos exponen a sentimientos desagradables. Basta un vistazo bajo la superficie de nuestras vidas para poner de manifiesto que hay muchas más cosas que el amar a Dios y a los demás. Sólo hace falta un momento de reflexión honesto para darse cuenta, no importa lo que podamos haber cambiado ya, que todavía tenemos un largo camino por recorrer. La mayoría de nosotros conoce cosas de sí mismo que nadie podría adivinar: Pensamientos, fantasías, cosas que hacemos en privado, secretos que nos avergüenzan. Sabemos que las cosas no son como deben ser. ¡Algo anda mal!
 
Percibimos que algo está torcido dentro de nosotros y en nuestro mundo porque  seguramente lo está. La mayoría de nosotros se pasa la vida tratando de simular que las cosas son mejores de lo que en verdad son.   
 
Podemos enumerar las bendiciones, cortar la grama, orar por poder, comer algo dulce, consultar a un consejero, unirnos al coro, pelear con nuestro cónyuge, leer nuestro salmo favorito, encender el T.V., nos rendimos nuevamente a Dios, o salimos con los amigos a comer una pizza, cualquier cosa con tal de alejarnos de ese sentimiento insistente de que falta algo... de que algo anda mal.
 
Tal vez la mayor parte de la gente que manifiesta sentimientos agradables, con luchas solo ocasionales, estén construyendo sus casas sobre la arena, resguardando su felicidad mediante la simulación; o cambiando la imagen,
 
quizás estén modificando el mobiliario de la habitación del hotel, esperando sentirse como en casa.
 
Cuando logramos arreglar nuestra vida de modo que “todo está bien”, nos abstenemos de encarar todo aquello que está sucediendo en el interior. Cuando dejamos de reconocer lo que está ocurriendo adentro, perdemos todo poder para cambiar lo que hacemos afuera en cualquier modo significante. Arreglamos y maquillamos, y haciendo así, nunca llegaremos a ser las personas transformadas que Dios nos llama a ser. Nunca experimentamos liberación de patrones de vida destructivos.
 
Él quiere que hagamos más que una limpieza de nuestro accionar visible. Él quiere que hagamos más que barrer las calles; Él quiere que bajemos a las alcantarillas y que hagamos algo acerca de la inmundicia que hay debajo del pavimento. Él nos encamina para que entremos en las regiones oscuras de nuestra alma para hallar luz, para experimentar su presencia cuando nos sentimos totalmente solos.
 
El cambio bíblico nunca nos pide aparentar  que las cosas son mejores de lo que son.  Cristo quiere que enfrentemos la realidad tal como es, incluyendo todos lo temores, dolores, resentimientos, y toda la protección que elaboramos para mantenernos fuera de la vista, y que emerjamos como personas cambiadas. No simuladores. No perfectos. Sino más capacitados para amar en profundidad porque hemos conocido más de su amor.”<
 
Me gustaría motivarte a Buscar, leer y reflexionar en los siguientes pasajes bíblicos: Salmo 51:2 /  Proverbio 20:9 /  2da Corintios 7:1 /  1ra de Juan 1:7
Todo esto me lleva a pensar y reflexionar, porque es posible que: Algo Anda Mal
 

 

 

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