SOLO TIENES QUE CRECER

“El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele”

1 Pedro 1:7 (NVI)

 

A quien no le gustaría tener una fe que mueve montañas? En este versículo el Apóstol Pedro quiere mostrarnos el valor de la fe, esa confianza y certidumbre de quien es Jesús, de lo que ha hecho y lo que hace cada día por cada uno de nosotros; una fe arraigada en el conocimiento de Jesús, de quién es Él, de creer en Él como dice La Escritura, como nuestro Salvador, amigo fiel, de creer en su Palabra, en su amor, en sus promesas, en el precioso Espíritu Santo que Él nos envió; creer  simplemente porque en Él reposa nuestra confianza, nuestra esperanza y nuestro futuro.

 

Para el mundo, creer parece ser una palabra insignificante, sin ningún valor, que denota más bien inseguridad, incertidumbre y desconfianza; pero para Dios, creer es tener la certidumbre y la confianza, significa tener la fe mas preciosa que el oro, al final, según se deduce de toda la escritura, la fe parece ser el propósito de una vida espiritual rica, abundante y creciente.

 

Hoy no quiero pedirle a Dios que nos aumente la fe, pues creo que  todo el mundo tiene fe, en cualquier cosa o persona, viva o muerta, aun los magos, adivinos y curanderos, dicen “haz esto o aquello, con fe, para que se te cumpla” ; cuando un mentalista  dobla una cuchara con la mirada, es poder mental y no espiritual; hoy quisiera que nos concentremos en algo más sencillo, que nos llevará a la fe correcta, la fe en el Dios de La Biblia, el Padre de nuestro Señor Jesucristo; algo que todos podemos comenzar a hacer y en lo que podemos ejercitarnos diariamente , hasta que la fe sea perfeccionada en nuestra vida y en nuestros corazones.

 

Comencemos a creer como cree un niño, Entonces dijo: «Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos».(Mateo18:3) necesitamos poner nuestra fe en Jesús, autor y consumador de la fe y abrir nuestros ojos y oídos para no dejarnos cautivar por el  engaño y la mentira, pues escrito esta que llegaran tiempos (del Anticristo) donde veremos milagros por todas partes y de muchas fuentes.

 

Comencemos por creer en La Palabra de Dios, si ya tú creíste en Jesús como tu Señor y Salvador, cree también en todo lo que Él nos habló; cree en su amor, cree en su poder, cree que te escucha, cree que sin fe es imposible agradar a Dios; cree que todo lo que te sucede, todo lo que eres y todo lo que tienes, es porque Dios te lo ha dado. Cree en Jesús, como el Dios, en quien puedes confiar  y permanece en su Palabra y su amor, Dios está obrando milagros todos los días en nuestra vida. Vivamos por fe, caminemos por fe, creamos por fe, esperemos por fe, confiemos por fe.

 

Creer es aceptar y recibir, lo que viene de Dios, sin cuestionarlo. Creer es tener fe, Creer es  saber esperar en Dios, Creer es escuchar su voz y no endurecer el corazón, Creer es confiar en Dios, Creer es ver con los ojos del corazón, Creer es ser una nueva criatura en Cristo. Creer es obedecer.