"Un lugar para la Familia"


¡UNA SORPRESA!

28.03.2011 18:41

 Leía esta historia, que parece algo jocoso, pero  tiene una lección tremenda…

<Un cristiano religioso escuchó un día por radio una noticia importante: “En pocos minutos habrá una grave inundación en el valle tranquilo donde él vivía”...      De inmediato cayó de rodillas y entregó su vida al Señor pidiéndole protección... Todavía oraba cuando el agua con fuerza penetraba su casa, subió angustiado al segundo nivel y debió de inmediato pasar al techo, el agua subía con fuerza y rapidez... Mientras estaba en el techo, pasó un helicóptero y el piloto le preguntó por altoparlante si podía rescatarlo.  “No es necesario, porque tengo la protección del Señor” contestó.  En pocos momentos la casa se empezó a desbaratar y a caer, en pocos momentos se encontraba abrazado a un árbol rodeado de agua... Pasó una lancha de los bomberos luchando contra la corriente y se le acercó para rescatarlo, pero nuestro amigo les aseguró que el Señor lo iba a salvar. 
Al final, el árbol se cayó y condujo al hombre a la muerte.  Ya en el cielo y delante del Señor preguntó:  “Señor, estoy feliz de estar aquí, pero ¿por qué no contestaste mi oración cuando te pedí protección?”... A lo que le respondió el Señor.  “Hijo, te dije por la radio que salieras de allí rápido, luego te envié un helicóptero y una lancha, y tú no me escuchaste, ni me vistes ni me entendiste.> 
¿Sabes algo?  En ninguna parte de la Biblia se nos indica que Dios obra sólo en casos extraordinarios.  La mayoría de las veces actúa a través del orden creado por Él, de la manera más natural y simple...           
 
        Mucha gente cree que Dios está presente sólo en los milagros dirigiendo señales y prodigios... Este sentir se percibe en Juan 7:25-27.  “Algunos murmuraban acerca de Jesús ¿no es éste a quien quieren matar?... ¡Está hablando públicamente y no le dicen nada! ¿será que las autoridades se han convencido que es el Cristo?  Nosotros sabemos de dónde viene este hombre, pero cuando venga el Cristo nadie sabrá su procedencia.” 
Realmente esperaban a un ser misterioso, extraordinario con señales y destellos de luz, mientras que  cuando el mismísimo Hijo de Dios estuvo frente a ellos todo el tiempo.    
 
    Hoy en la “ansiedad” de tomar decisiones en la búsqueda de la voluntad de Dios pretendemos ver signos, rayos, destellos y fuegos de colores, es decir, manifestaciones extraordinarias. Para creer lo que Dios nos indica es que andamos por vista  y no por fe.
                    ¡Muchos se llevarán una sorpresa!
 

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