¡Y No Falló...!

Apenas unos 15 días más y el año 2012 habrá terminado. Por un lado hay una tenue luz de esperanza para el nuevo año que comienza y por otro una densa sombra y dolor por lo que este año transcurrido ha dejado en muchas personas, yo, por ejemplo debí dar el 1er. Día del año sepultura a mi padre, y dos meses después a mi querida cuñada Zunilde, y apenas hace un par de semanas a un sobrino igualmente querido…Aunque le doy gracias a Dios por poder y disfrutar la sonrisa de Paolo mi nuevo nieto de apenas 3 meses… pienso en tantos niños que han perdido la vida, cantidad de personas fallecidas, muchos sin conocer personalmente a Cristo, y tanta gente sin hogar por los desastres naturales y por la violencia, padres sin hijos e hijos sin padres son los resultados. Pero a pesar de esas verdades, ni a ellos ni a nosotros nos ha fallado el Señor.

 

A esta altura, parte de la expectativa política ha pasado, y hoy cerramos otra etapa de la misma, aunque surgió la situación de lo delicado del presidente, pero esperando que el país se enrumbe hacia el destino que desde el cielo se le trace… Por su parte las expectativas económicas se mantienen hay mucho escepticismo al respecto…En los hogares, muchos se frustran en sus matrimonios y en la relación con sus hijos…Otros se detienen sin saber qué hacer, …y en general se nota decepciones en diferentes áreas…mucho de lo moral y de lo espiritual se está derrumbando.

 

Para una gran cantidad de personas los sueños de moral y santidad son amargos recuerdos de frustradas crisis…Algunos exclaman: ¡Todo ha fallado!....Y la verdad es que todos han fallado. Y nosotros también fallamos.

 

Pero, ¡gracias al Señor Jesús... ¡Él no falló!... Ninguna de sus promesas las retiró de circulación,…Ninguna de sus palabras de vida y amor las borró ni creo que lo haga. Nada de su Santidad y su Eternidad se opacó. Aún, brilla más cuanto más gris y desesperante es la vida de la humanidad, y espera con los brazos abiertos a quienes lo buscan y mantiene su oferta: “»Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar. Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.» Mateo 11:28-30

 

Fiel como siempre, paciente como nunca antes. Potente y fuerte es Él mismo. No falla. No falló. ¡No fallará jamás!.

Al mirar atrás, mientras todo se empequeñece y aún nuestras vidas se desgastan, los dolores y las canas aparecen, la limitación se hace sentir, la piel se marchita, los dientes se quiebran, Él, el bendito Dios y Padre de Jesucristo y nuestro, se hace más nuevo, más fresco y más real...

 

Aunque todo parezca haber fallado, como realmente ha sido, con gratitud firme debemos decir a toda voz: ¡Él no falló! Y No fallará jamás….Sólo Él pide fidelidad.