¿Cosas Inservibles y sin uso?

Cuando un año muere y da paso a uno nuevo, nuestras mentes tienden a evaluar el pasado y la esperanza se sostiene para vivir el futuro, y esto es bueno, porque es el tiempo de los arrepentimientos, de la reflexión y sobre todo el tiempo de las promesas… y bien vale la pena hacerlo así...

 

Una noticia informa que en una cadena de escuelas de educación para adultos en Estados Unidos, más de 200.000 personas completaron las clases que ellos ofrecen para controlar las cosas que no tienen uso y son inservibles acumuladas en las casas...                                                                                                                     ¿Quiénes toman esos cursos?... La gente que tiene la manía de guarda frascos de mayonesa y latas de leche vacías, manuales de operación de aparatos que ya no tienen, botones rotos, zapatos desgastados, directorios telefónicos de años anteriores, cinturones rotos, estuches de perfumes gastados, hojas de papel usadas, tubos de cartón del papel aluminio o higiénico, bolsas, llaves de casas en donde vivieron, etc. 

 

      Lo cierto es que lo inservible que se guarda en casa ocupa espacio, agota la energía y produce frustración y hasta nostalgia, incluso en muchos sino en todos genera insectos asquerosos, como gusanos, chiripas o cucarachas.  

 

      Ahora bien, lo mismo sucede en nuestra área espiritual, la tendencia es siempre a guardar  y acumular “cosas” que se convierten en “basura espiritual”, como: Los conflictos interpersonales sin resolver  que se acumulan en el corazón, incluso los resentimiento que se convierten en factores contaminantes; o los pecados sin confesar, o los mantenidos en práctica,  se suman a la formación de una capa gruesa y pesada de culpabilidad;