"Un lugar para la Familia"


“Consejos de mi mamá”

23.08.2011 19:11

 

Hoy continúo haciendo una revisión del Libro de Los Proverbios…
Recordando lo que Mamá sembró con su insistencia en mi alma, durante mi adolescencia y juventud…cuando me decía: “Hijo para que seas sabio ante la vida, lee el libro de los Proverbios”…
No es tanto lo sabio que podría haber sido en mi vida, pero si como el Señor ha penetrado en mi mente a través de esa lectura, influyendo y cambiando mucho mi manera de ser y de ver la vida hasta el día de hoy… Por ejemplo: Proverbios 4:23 dice: “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida”. Estas palabras las recuerdo con frecuencia, y las tengo grabadas en un cuadro en el comedor de mi casa.
Así que al entrar de nuevo a este libro, repito la frase que compartí la semana pasada:                                       > Deja que La Palabra de Dios te hable y Ministre<    
 
¿Inteligencia?
Proverbios 4: 7, 13, 24-27 >« “La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría!  Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento. Aférrate a la instrucción, no la dejes escapar; cuídala bien, que ella es tu vida. Aleja de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas. Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti. Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos. No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad.»”  
¿Fidelidad?
5: 3-14 > “«De los labios de la adúltera fluye miel; su lengua es más suave que el aceite. Pero al fin resulta más amarga que la hiel  y más cortante que una espada de dos filos. Sus pies descienden hasta la muerte; sus pasos van derecho al *sepulcro. No toma ella en cuenta el camino de la vida; sus sendas son torcidas, y ella no lo reconoce. Pues bien, hijo mío, préstame atención y no te apartes de mis palabras. Aléjate de la adúltera; no te acerques a la puerta de su casa, para que no entregues a otros tu vigor, ni tus años a gente cruel; para que no sacies con tu fuerza a gente extraña, ni vayan a dar en casa ajena tus esfuerzos. Porque al final acabarás por llorar, cuando todo tu ser se haya consumido. » Y dirás: «¡Cómo pude aborrecer la corrección! ¡Cómo pudo mi corazón despreciar la disciplina! No atendí a la voz de mis maestros, ni presté oído a mis instructores. Ahora estoy al borde de la ruina, en medio de toda la comunidad.»
¿Matrimonio? ¿Integridad?                                                                                                                                                           5:18- 22 > « ¡Bendita sea tu fuente! ¡Goza con la esposa de tu juventud! Es una gacela amorosa,  es una cervatilla encantadora. ¡Que sus pechos te satisfagan siempre!  ¡Que su amor te cautive todo el tiempo! ¿Por qué, hijo mío, dejarte cautivar por una adúltera? ¿Por qué abrazarte al pecho de la mujer ajena? Nuestros caminos están a la vista del SEÑOR; él examina todas nuestras sendas. Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan. Morirá por su falta de disciplina; perecerá por su gran insensatez »”
Agrego yo: ¿Por qué abrazarte al pecho del hombre ajeno? ¡Goza con el esposo de tu juventud!
¿Fianza?                                                                                                                                                                                 6: 1-3 >  « Hijo mío, si has salido fiador de tu vecino, i has hecho tratos para responder por otro, si verbalmente te has comprometido, enredándote con tus propias palabras, entonces has caído en manos de tu prójimo. Si quieres librarte, hijo mío, éste es el camino: Ve corriendo y humíllate ante él; procura deshacer tu compromiso «>”
¿Flojera?                                                                                                                                                         6:6- 11 >  «¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne; con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos. Perezoso, ¿cuánto tiempo más seguirás acostado? ¿Cuándo despertarás de tu sueño? Un corto sueño, una breve siesta, un pequeño descanso, cruzado de brazos... ¡y te asaltará la pobreza como un bandido, y la escasez como un hombre armado!«”              Continua la próxima semana…
 

 

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