"Un lugar para la Familia"


Cuando se abusa de la paciencia de Dios

31.08.2012 23:09

 

¿Alguna vez a desatendido la voz acusadora de tu corazón?

 

Tal vez excusaste tu culpabilidad pensando que si Dios hubiera estado realmente molesto, te habría disciplinado inmediatamente. El Salmo 50.21 nos recuerda que el silencio del cielo no significa consentimiento. Permanecer pecando es abusar de la paciencia del Señor. 

 

Cuando Dios parece lento para reaccionar, podríamos pensar que está pasando por alto nuestras faltas, pues nos gustaría continuar en el pecado, ya que el placer momentáneo es más atractivo que la obediencia. Pero, por fortuna, el Padre celestial conoce nuestras debilidades, nuestra carnalidad innata, y el estado de nuestro crecimiento espiritual, y por eso modera su respuesta. Motivado por el amor y el deseo de hacer volver a sus hijos al camino recto, Dios se abstiene de castigarnos de inmediato. En vez de eso, espera que el Espíritu Santo aguijonee el corazón del creyente. El peso de la culpa es, en realidad, una invitación para que no sigamos pecando y volvamos al temor de Dios.

 

Pero cuando somos tercos, persistimos en el pecado, porque la sentencia contra la mala obra no se ejecuta de prisa (Eclesiastés 8.11). En esa peligrosa situación es posible que nos sumerjamos más en el pecado y endurezcamos nuestro corazón contra Dios. Entonces, el llamado del Espíritu Santo al arrepentimiento cae en oídos espiritualmente sordos.

 

A medida que aprendemos y entendemos más acerca de Dios y sus caminos, somos más responsables de vivir rectamente. El Señor no se tarda, sino que es paciente. No abuses de su paciencia con apática desatención a sus preceptos. Arrepiéntete, y se santo (a) a los ojos del Señor.

 

Romanos 2:4-5 

«¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento? 
Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio.»¨ 

 

Salmos 50:21 

«Has hecho todo esto, y he guardado silencio; 
¿acaso piensas que soy como tú? Pero ahora voy a reprenderte; cara a cara.»
 

 

 

Adaptado por  Glenda Labrador. Tomado de : enContacto.org

 

 

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