"Un lugar para la Familia"


Jesús está vivo y activo

22.04.2011 12:19

 Adaptado por: Glenda Labrador

¿Se ha preguntado usted alguna vez qué estará haciendo Jesús, ahora que ha ascendido al cielo? Nuestro pasaje bíblico Hebreos 10:13, nos dice que después de ofrecerse a sí mismo como sacrificio por nuestros pecados, se sentó a la diestra de Dios. Puede llevarnos a creer que Él está simplemente sentado allí esperando el momento de venir de nuevo a gobernar y reinar en la tierra. Pero si consideramos otros pasajes, nos damos cuenta pronto de que Él está muy activo a nuestro favor.

 

En primer lugar, aunque el Hijo está con el Padre en el cielo, Él también vive en cada creyente en la persona del Espíritu Santo, a quien Él envió para estar en nosotros y con nosotros (Juan 15.26; Romanos 8. 9, 10). Cristo está trabajando activamente dentro de usted para moldear su carácter y hacerle más obediente.

 

Además, Jesús vive para interceder por quienes creen en Él (Hebreos 7.25). Él pide a favor nuestro, y trae nuestras oraciones delante del Padre.

 

Luego, vemos en 1 Juan 2.1, 2 que Jesús es nuestro abogado cuando pecamos. Al ser mediador entre Dios y nosotros, Cristo declara que hemos sido justificados por su sacrificio y nuestra fe en Él.

 

Es más, Cristo está preparando un lugar para nosotros en el cielo (Juan 14.1-3). También está haciendo los preparativos necesarios para su regreso.

 

Jesús está ocupado en el cielo realizando la voluntad del Padre. Y nosotros, como sus seguidores, debemos estar haciendo lo mismo. Él nos salvó con el fin de que seamos un reflejo de su vida en nuestro trabajo, actitudes, palabras y conducta. Somos su cuerpo —sus ojos, sus oídos, su voz, sus pies y sus manos— dirigiendo a las demás personas hacia Él.

HEBREOS 10:10-14 (NVI) “Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre. 
Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.
Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios, en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.  Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando. ”

Tomado de: Devocionales diarios

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