"Un lugar para la Familia"


“Oren sin cesar”

04.02.2012 12:54

Iglesia Alianza Cristiana y Misionera

“El Viñedo”

Ministerio de Oración

El mandato de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:17 de, “Oren sin cesar,” puede resultar muy confuso. Obviamente, no puede significar que debemos estar en una postura de cabeza inclinada y ojos cerrados durante todo el día. Pablo no se refiere a no dejar de hablar, sino a una actitud de conciencia de Dios, y rendición a Dios que llevemos con nosotros todo el tiempo. Cada momento despiertos, es para vivirse en la conciencia de que Dios está con nosotros y de que Él está activamente involucrado y comprometido con nuestros pensamientos y acciones.


Cuando nuestros pensamientos se vuelven hacia la preocupación, el temor, el desánimo y el enojo, debemos consciente y prontamente convertir cada pensamiento en oración y cada oración en acción de gracias (no es fanatismo, es vida). En su carta a los filipenses, Pablo nos ordena dejar de estar ansiosos y en su lugar, “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.” (4:6).

 

En Colosenses 4:2, él les dijo a todos los creyentes en Colosas …

“Dedíquense a la oración, perseveren en ella con agradecimiento”.

Pablo exhortó a los creyentes efesios a ver la oración como un arma para usarse

en la lucha de batallas espirituales (Efesios6:18). 
 

“Oren en el Espíritu en todo momento, con Peticiones y ruegos”.

 

A lo largo del día, la oración debe ser nuestra primera respuesta ante cada situación inquietante, ante cada pensamiento de ansiedad, ante cada tarea indeseable que Dios nos mande.
Para los cristianos, la oración es como el respirar. No tienes que pensar en respirar, porque la atmósfera ejerce presión en tus pulmones y te fuerza a respirar. Es por ello que es más difícil sostener tu respiración que respirar. Similarmente, cuando nacemos en la familia de Dios, entramos a una atmósfera espiritual donde la presencia y la gracia de Dios ejercen presión o influencia en nuestras vidas. La oración es la respuesta normal a esa presión. Como creyentes, todos hemos entrado en la atmósfera divina para respirar el aire de la oración. Sólo entonces podemos sobrevivir a la oscuridad del mundo.

 

La oración continua, persistente, incesante, es una parte esencial de la vida cristiana y surge de la dependencia de Dios.

 

Adaptado de: www.gotquestions.org

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