"Un lugar para la Familia"


Testimonio de una pareja que vivió un Fin de Semana de Alianza Matrimonial “ALMA”

Testimonio de una pareja que vivió un Fin de Semana de Alianza Matrimonial “ALMA”

 

Hortelio

Hoy tengo 60 años, me case una primera vez, nacieron dos hijos, me divorcie. Luego empecé a convivir con Luci, mi actual pareja, con ella forme una nueva relación, y formamos una familia con dos hijos.

Esta nueva relación, nació con muchos problemas,  por un lado no me había separado totalmente del primer matrimonio, todo era muy complicado, emocionalmente era un  fracaso, y por otro lado, yo estaba muy involucrado en el consumo de licor,  además, mantenía mi interés en sostener relaciones con varias mujeres. Esto trajo como consecuencia que inevitablemente la relación con Luci se fue deteriorando lentamente, hasta llegar a casi una separación. Cada día los problemas eran más graves, se acrecentó el egoísmo, la mala comunicación, el aislamiento, peleas continuas, desacuerdos, el amor se extinguía, falta de control con mis cuatro hijos, etc.

En mi casa se tomaba mucho licor casi a diario, en los fines de semana las fiestas eran hasta el amanecer, los vecinos comenzaron a incomodarse y a quejarse  por el ruido y el desorden. Ya para ese tiempo  mis hijos empezaban a transitar por la adicción al alcohol.

 

Aunque pensaba que no había problemas en mi hogar, la situación con mi pareja ya no era normal, se acentuaron las diferencias, discusiones a cada momento, ya no había acuerdos,  desapareció la paz, me aísle, pasaba varios días   molesto, desorientado veía como se destruía todo, Luci me hablaba de separación, y respondia: Cubro todas las necesidades de mi casa   ¿Para que ha servido tanto esfuerzo y tanto trabajo?... Veía que se acercaba un nuevo fracaso en mi vida. Me refugiaba más en el trabajo y en mis amigos.

Era un caos total, creo que estaba luchando  con un monstruo de varias cabezas, el trabajo, el sexo ilícito, los hijos, mi primera esposa, el alcohol,  el juego etc. no veía salida.

Un día Luci, me dijo que  teníamos que tomar una decisión, que debíamos que hacer algo… la situación era insoportable, me dijo: Revisa y piensa que vas  ha hacer con tu vida.

 

Por cosas de la vida, una vecina días después la invito a un  Evento de Parejas, Luci se intereso y me lo planteo, al principio no me gusto, me pareció que era mas de lo mismo, es mas,  como insistía me enoje,  le dije que yo no necesitaba nada de esas cosas, eso eran tonterías, le recordé que yo era un hombre serio, trabajador y muy ocupado porque en casa no falte nada. 

 

Después de tanta insistencia Luci me amenazo con separarse, pero algo  paso, ¡acepte ir a ese Fin de Semana de Parejas!  Allí observe, y asimile muchas cosas que me impactaron y me afectaron positivamente, que me hacían falta como persona y como esposo. Además entendí igualmente que amaba a Luci, y que la presencia de Dios es indispensable en la pareja. Ese Dios especial, de Amor y de Justicia me hizo sentir que yo podía salir adelante en mi relación de pareja y familia con su ayuda. Así fue, le propuse a Luci casarnos por el civil y buscar la bendición de Dios para nuestra unión…. Comencé a ver todo diferente, a  Luci, los hijos, mi entorno, y comencé a sentir seguridad.

 Encontré en Luci una amiga, y una buena compañera. Con quien empecé a compartir nuevas cosas, deje de pensar en el materialismo, en la liviandad de vida, a corregir defectos y errores. Fui aprendiendo a vivir agarrado de la mano del  Señor, y ahora puedo asegurar que disfruto de la paz y el amor en el seno de mi hogar. Lucy y yo ahora damos nuestro apoyo a  los Fines de Semana  de Alianza  Matrimonial “ALMA”, y somos facilitadores apoyando y trabajando en los Talleres de “Constructores del Hogar”, ayudando a otras parejas a superar sus crisis y encontrar solución contando con la mano de Dios.

 

Luci

Hace 7 años mi  relación con Hortelio se había  deteriorado demasiado,  por que ya no había comunicación, en lugar de hablar, discutíamos. Había problemas con su  familia anterior, el viene de un divorcio,  quería tratarnos a todos  como si fuéramos   una sola familia, es decir quería estar en las dos casas, no le daba su puesto y el respeto a cada quien. En las oportunidades que le reclamaba su actitud, el se molestaba, y terminábamos discutiendo,  lo que provocaba días sin hablarnos. Yo simplemente me aislaba, mientras Hortelio argumentaba  que trabajaba para traer todo lo necesario a la casa, como si solo eso era suficiente.

Así pasaba el tiempo yo me sentía como si no tuviese ningún valor como su pareja, ya  yo actuaba  con mucha frialdad, además él mantenía interés por otras mujeres, a quienes engañaba y conquistaba, se fue convirtiendo en sarcástico e irónico conmigo. Y sin darnos cuenta ambos estábamos andando en el alcoholismo, tal vez como escape a nuestra realidad. Estaba tan desilusionada que mi deseo era separarme de Hortelio

 

Un día visite a mi vecina, le conté lo que estaba pasando en mi relación de pareja, ella me dijo que su matrimonio se estaba recuperando de los problemas que vivía luego de asistir a un Fin de Semana de Alianza Matrimonial ,  y nos hizo una invitación para asistir en uno que se celebraría pronto,  para que nos diéramos una oportunidad. Me pareció bien, le informe a Hortelio, quien por su puesto no estuvo de acuerdo, me respondió: ¿que para que íbamos hacer eso? Según él nosotros no teníamos  problemas de ningún tipo…Insistí en que si los teniamos, y muchos. Discutimos, pasamos días sin dirigirnos la palabra,  el mantenía una doble vida. Por eso le advertí: sino vamos a ese Evento y nos damos esta última oportunidad, entonces será mejor que nos separemos, ya no  tiene sentido seguir juntos,  no quiero seguir siendo infeliz toda mi vida. Cuando me vio decidida a no continuar con nuestra relación en esas condiciones, acepto ir al Fin de Semana de Alianza Matrimonial, aunque con muchos “peros” y sin mucho animo.

 

En Julio del 2003  asistimos a ese Fin de Semana “ALMA”, vivimos, lo que ellos laman, las 48 horas  de amor. Después de asimilar lo recibido, y desde ese fin de semana,    empezamos a ver cambios en nuestras vidas. Comenzamos a valorar y usar la “herramientas” y orientaciones que nos dieron. El reflexionaba mucho, permanecía muy callado y en ocasiones lloraba, comenzó a respetarme y considerarme, dándome el valor de mujer que antes no me daba,  y yo comencé a recuperar mi autoestima y a sentir que era importante para Hortelio.

Desde ese momento nuestras  vidas  cambiaron. Ambos comenzamos a comunicarnos, a oírnos y a respetarnos. Lo primero que hicimos  fue reconocer la necesidad  de la presencia de Dios  en nuestras vidas y la importancia de legalizar con el matrimonio civil y la bendición de Dios a nuestra relación de 20 años, y así lo hicimos. Por mi parte fui descubriendo y cambiando mis fallas, deje de ser chocante, empecé a comprenderlo, ayudarlo, entendí que no era fácil para él separarse de sus otros hijos,  empezó a  colocar a cada quien en su lugar, día a día la situación fue mejorando. Y hoy en día, gracias a Dios y al Fin de Semana de Encuentro Matrimonial “ALMA”, tenemos una relación de pareja y de familia que se fortalece cada vez más. Y a pesar de las complicaciones naturales de la vida, somos una pareja y una familia feliz y unida.

Ahora estamos involucrados en ayudar a otras parejas, que como nosotros, están en situaciones difíciles, trabajamos juntos  en “ALMA” y en los talleres de “Constructores del Hogar” donde se continúa fortaleciendo la pareja y la familia.